Por qué sonó el silbato (o no)

En términos muy simplistas, se podría sugerir que el programa de educación de oficiales de partidos proporciona a las personas una licencia para arbitrar Rugby. El conocimiento de las Leyes del Juego informa a los nuevos árbitros acreditados cuando deberían hacer sonar el silbato para detener el juego. Por lo tanto, la educación del arbitraje y conocimiento de las Leyes no necesariamente ayuda en la creación de la continuidad del juego, pero sí identifica posibles detenciones del juego para que ellos estén atentos a lo largo del partido.

Se ha sugerido que en el libro de las Leyes hay identificadas 86 infracciones de penal o free kick que brindan la posibilidad para que el árbitro haga sonar su silbato

pero hay sólo una Ley de Ventaja.

Lo que es más significativo es que las 86 infracciones están bien documentadas, son muy precisas y redactadas en un lenguaje claro. La única Ley de Ventaja (Ley 7) es, en comparación, algo vaga y específicamente abierta al criterio del árbitro.

Los árbitros aprenden acerca de su rol y cuando soplar el silbato. Al mismo tiempo, el árbitro se introduce en la menos específica, Ley 7 Ventaja. Es sólo hasta que las personas empiezan a ser árbitros activos que el trabajo intenso de desarrollo del árbitro empieza. Una vez que los árbitros llegan a alcanzar un nivel apropiado de estado físico, conocimientos y experiencia, entonces pueden pasar a otras cuestiones importantes, como:

  • Empatía por el juego;
  • Lectura del partido;
  • Anticiparse a lo que va a suceder;
  • Conocer las mejores líneas de carrera para permitirles poder estar temprano en el próximo breakdown;
  • Colocarse en ese breakdown, y
  • Comprender y aplicar la Ley de la Ventaja de manera astuta.

La aplicación de las Leyes del Juego es mucho más importante que el conocimiento de las Leyes.

Esta afirmación es aplicable específicamente a cuestiones relacionadas con la Ley de Ventaja. Es esencial para todos los árbitros aprender y recordar todas las Leyes. Es de suma importancia para el árbitro desarrollar una comprensión y aplicación de la Ley de Ventaja ya que solo el conocimiento y recuerdo del texto de la Ley es insuficiente. Es igualmente importante para los jugadores, entrenadores y espectadores comprender las razones que llevan a un árbitro a hacer sonar o no el silbato.

Si un árbitro aplica la Ley de manera sabia y astuta, él tiene la posibilidad de elevar el partido a un tenor más alto. La aplicación adecuada se basa en dos principios básicos:

• Un árbitro solo hace sonar el silbato por cuestiones que tengan un impacto en el juego.

• Muchas veces lo importante no es lo que el árbitro marca con el silbato, sino lo que el árbitro no marca.

El objetivo del árbitro debería ser dejar que los equipos jueguen de manera continua. Lamentablemente, hay veces que el árbitro simplemente tiene que hacer sonar el silbato y provocar que el juego se detenga. El objetivo de todos los árbitros debería ser que el sonido del silbato y por lo tanto las detenciones sean mínimos.

En todo momento están los tres principios orientadores:

  • SEGURIDAD - Si la seguridad de alguien está en peligro, detener el juego.
  • EQUIDAD - Trate a los dos equipos equitativamente.
  • LEY - Si alguien se beneficia jugando contra la Ley, detenga el juego.

¿Cómo debe un árbitro minimizar el uso del silbato?

Hacer esta pregunta constantemente “¿Ha habido alguna infracción?”

  • Una respuesta de “sí” no significa que el silbato deberá ser sonado.
  • Esto significa que el árbitro debe hacerse cargo de la situación en vez de los jugadores y por lo tanto el árbitro debe “manejar” la situación. Eventualmente (algunas veces instantáneamente) el árbitro debe tomar una decisión basado en los principios de SEGURIDAD, EQUIDAD y LEY para “seguir el juego” o detenerlo.

Esto plantea la pregunta de: ¿cuándo dentro de un partido se plantea un problema pero el árbitro no debe hacer sonar el silbato? Hay dos ocasiones diferentes:

• cuando el árbitro decide aplicar la Ley 7 (Ley de Ventaja)

• cuando el árbitro aplica su discreción para preguntarse a sí mismo la pregunta “aunque se haya producido una infracción: ¿tuvo algún impacto material sobre el juego o sobre la seguridad de los jugadores y por lo tanto debe ser sancionada?” (Materialización)

LEY 7 - VENTAJA

La Ley de ventaja prevalece sobre la mayoría de las otras Leyes y su propósito es favorecer la continuidad del juego con menos detenciones por infracciones. Los jugadores son alentados a jugar mientras no suene el silbato a pesar de las infracciones de sus oponentes. Cuando la consecuencia de una infracción de un equipo sea que el equipo oponente pueda obtener una ventaja, el árbitro no hará sonar inmediatamente el silbato por la infracción.

En resumen, el árbitro está en una posición de manejo del juego y de los jugadores para hacer sonar el silbato frecuentemente para detener el juego. Sin embargo, dado que el principio más importante del juego es para un equipo “mantener la continuidad de la posesión” como lo establece el Documento del Juego hay muchos casos en un partido en que el árbitro tiene el derecho de hacer sonar el silbato pero decide permitir que siga el juego.

Observando lo CLARO y OBVIO

Cuando una persona mira un partido de Rugby, observa muchos incidentes que son claros para todos los que están mirando. En otras ocasiones, sin embargo, un incidente que un observador ve puede ser bastante diferente a la manera que otra persona interpreta lo que recién ha ocurrido en la cancha. Esto resulta evidente de manera pública cuando los comentaristas de televisión interpretan incidentes de manera diferente entre ellos aun cuando se repita muchas veces desde cámaras de diferentes ángulos y a veces presenciados por ambos (y todos los espectadores) en cámara lenta.

También se hace evidente cuando un árbitro llama a un Oficial de Televisión del Partido (TMO) cuando la decisión del árbitro simplemente no puede basarse en una interpretación clara y obvia de lo que él (o ella) acaba de observar desde su único y solo uno, ángulo de visión. Inclusive hay veces en que el TMO con múltiples repeticiones desde diferentes ángulos y reproducciones en cámara lenta no puede interpretar una situación para tomar una decisión absolutamente “clara y obvia”.

A pesar de estas circunstancias, es importante para los árbitros tomar decisiones basándose en sus observaciones de lo “claro y obvio”. En otros momentos, cuando lo “claro y obvio” no es evidente, deben apelar a sus conocimientos del juego y a su aplicación de las Leyes del Juego para tomar decisiones que apoyen su toma de decisiones.

Todos los observadores del partido deben poder identificar siempre las infracciones “claras y obvias”. Sin embargo, considerando la Ley de Ventaja, esto no requiere que el árbitro haga sonar su silbato automáticamente para detener el juego. Esto no impide que el árbitro deba tratar una infracción mientras el juego sigue durante el partido o en la siguiente interrupción del juego.

Todos estos procesos son simplemente herramientas para asistir a la observación y el manejo de las infracciones por lo que las cuestiones que no son necesariamente “claras y obvias” en forma inmediata se hacen más evidentes en la toma de decisiones dentro de la cancha.