Depresión

La depresión es el trastorno del estado de ánimo más común e involucra un bajo estado de ánimo que dura un largo tiempo y afecta la vida diaria de la persona. En su forma más leve la depresión puede significar simplemente estar desanimado por lo que las tareas diarias son más difíciles de realizar y parecen que tuvieran menos valor. En su forma más grave la depresión puede ser una amenaza de vida porque puede hacer que la persona se sienta suicida o simplemente abandone el deseo de vivir.

  • Los síntomas del cuerpo incluyen inquietud, agitación, falta de apetito y pérdida de peso, o comer demasiado y aumentar de peso, dolores físicos y dolores sin ninguna causa física obvia.
  • Los síntomas del comportamiento incluyen evitar y/o perder interés en eventos y actividades sociales, autolesionarse o comportamiento suicida, usar más medicamentos u otras sustancias que lo habitual, dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado.
  • Los pensamientos incluyen tener una baja autoconfianza o autoestima, pensamientos sobre la muerte, desesperanza y la desesperación.
  • Los sentimientos incluyen sentirse deprimido, molesto o lloroso, irritabilidad, sentir culpas, sentirse inútil, vacío e insensible.

Depresión: Consideraciones para Deportistas de Elite

Los jugadores pueden sentir que los síntomas que experimentan, como bajo estado de ánimo, desmotivación y autoestima baja, se oponen a lo que sienten que se espera de ellos (por ejemplo, confianza firme, vencer el dolor). Pueden tener una tendencia a tratar de enmascarar los síntomas en el contexto deportivo.

Los factores estresantes específicos del deporte que pueden aumentar el riesgo de aparición de la depresión incluyen lesiones físicas, particularmente cuando están asociadas a una prolongada ausencia del deporte y/o dolores crónicos y el retiro del deporte. Los hombres que sufren depresión pueden mostrar comportamientos más esquivos y orientados a la acción que las mujeres, y se cree que esto también ocurre en la población de deportistas de elite.

Los síntomas específicos del deporte que se han sugerido en la literatura incluyen disfrutar menos el deporte, el reconocimiento temprano de un síndrome de sobreentrenamiento y los tradicionales síntomas depresivos que son más evidentes en otros entornos distintos del deporte.