Fractura de costilla o del esternón

Del mismo modo, las costillas pueden resultar fisuradas y ocasionalmente fracturadas. Esto producirá no tanto dolor al respirar como el estallido del cartílago pero el herido puede decir que tiene dolor en la parte de atrás de las costillas en la porción de hueso. Al efectuar una suave presión puede o no haber un movimiento doloroso en las costillas y puede no resultar posible decir en el campo de juego si las costillas tienen una fisura o una fractura (y resulta similarmente imposible en el hospital). Lo más seguro es procurar decidir si el jugador puede respirar normalmente y si el jugador está demasiado dolorido para recibir un contacto nuevamente en esa zona.

Una costilla fracturada puede causar sangrado alrededor del pulmón que se encuentra debajo (hemotórax) o inclusive, debido a su punta filosa, perforarlo causando que colapse (neumotórax). Por eso, cuando se sospeche una fractura de costillas se la debe tratar con respeto: sacar al jugador de la cancha y no dejarlo solo hasta ser examinado por un médico.

Las costillas inferiores también protegen otros órganos del cuerpo: el hígado en la derecha, el bazo en la izquierda y, hasta cierto punto, los riñones en la espalda. Por consiguiente, las lesiones en las costillas pueden también significar lesiones a esos órganos también.

Las lesiones en el esternón son diferentes en el sentido que el corazón se ubica directamente debajo de la zona lesionada. Las personas que sufran una lesión dolorosa en el esternón y que describe un chasquido doloroso deben ser examinadas en el hospital.