Shock hemorrágico

Una persona promedio tiene cinco litros de sangre en la circulación y una pérdida de más de alrededor del 30% puede hacer que se sienta mal.

El sangrado interno es como abrir y cerrar una llave y con frecuencia pasa un tiempo hasta que el tanque esté lo suficientemente vacío para causar problemas o signos de pérdida de sangre. Es poco probable que se presente si usted actúa ante un jugador lesionado inmediatamente después de la lesión. Pero el shock hemorrágico puede presentarse al finalizar el partido o en el entretiempo en alguien que salió lesionado. Cuanto más joven sea y mejor estado tenga, más fácilmente podrá su sistema afrontar la pérdida de sangre antes que usted se sienta mal, y podrá parecer que está “bien” durante algún tiempo antes de que rápidamente y súbitamente esté muy mal y aparecer obviamente “shockeado”.

Con insuficiente cantidad de sangre en el sistema la piel puede verse pálida mientras el cuerpo trata de desviarla a otros órganos y se define en forma clásica como “fría y húmeda” (aunque esto puede ser limitadamente beneficioso para un deportista que acaba de realizar un ejercicio sudoroso). Si el cerebro no puede recibir la suficiente sangre, el jugador puede sentirse mareado o perder el conocimiento, o simplemente estar confundido. Los pulmones pueden estar trabajando más intensamente para tratar de obtener más oxígeno para los tejidos. Las pistas sobre si se ha producido una pérdida de sangre pueden ser evidentes tales como persistente dolor abdominal, o dolor de pecho, evidencia de fracturas de costillas, etc.

El mensaje para llevarse el primer rescatista es que hay que considerar el shock como un marcador de una lesión grave y reconocer la necesidad de un inmediato traslado al hospital.

Signos de shock hemorrágico

  1. Pálido, frío y húmedo (no hay suficiente sangre en la circulación).
  2. Signos de órganos en stress (cerebro: confusión; pulmones: respirar rápido).
  3. Pistas para ubicar dónde puede estar la pérdida de sangre (dolor en el abdomen, movimiento asimétrico del tórax).