Consideraciones del entrenamiento con niñas

El juego del rugby es el mismo para niñas y niños, sin embargo, es importante entender que los niños y las niñas son diferentes. Comprender las diferencias lo ayudará a mantener un clima de aprendizaje positivo.

A partir de investigaciones y experiencias compartidas en nuestras Uniones, la mayoría de las niñas juegan por el amor al juego, para divertirse y hacer amigos. A medida que crecen, la condición física también se convierte en un motivador clave y algunas aspiran a jugar en un nivel de elite.

Al igual que con los niños, las niñas se desarrollarán con diferentes ritmos y tiempos. Los programas de entrenamiento deben tener esto en cuenta y adaptarse a la etapa de desarrollo de la jugadora. Por ejemplo, una niña de diez años puede haber venido jugando desde que tenía seis años y, por lo tanto, tiene cuatro años de experiencia jugando mientras que una joven de veinticinco años recién puede haberse incorporado al deporte y estar en su primer año de rugby.

A continuación se describen algunas áreas clave que son particularmente útiles para considerar al entrenar niñas:

  • Dado que las niñas pueden tender a estar más orientadas a las personas, es muy importante cómo el entrenador se relaciona y se comunica con ellas ya que esto establece la base de su aprendizaje y alienta su participación.
  • Las niñas pueden responder más positivamente cuando su entrenador las conoce individualmente y entiende sus personalidades, motivaciones y objetivos.
  • Las niñas tienden a hacer más preguntas que los niños ya que generalmente necesitan comprender los detalles de una instrucción antes de completarla voluntariamente, ya que el proceso es tan importante como el resultado.
  • Hay que tener presente la interacción física. Tocar físicamente debe ser apropiado. Si es necesario demostrar una destreza en particular, se debe obtener permiso de la jugadora siempre que esté dentro de las normas culturales. Los entrenadores pueden necesitar usar una gama completa de estrategias de preguntas y demostraciones (por ejemplo, demostrar usando jugadoras experimentadas, uso del video)
  • Tener mujeres involucradas en la administración o el entrenamiento es una buena práctica
  • Las diferencias físicas entre niños y niñas de diez a doce años normalmente son mínimas.