Desarrollo versus ganar

Niños, jóvenes y adultos juegan al rugby para jugar partidos. Los partidos o las competiciones pueden tener diferente énfasis. Para un equipo internacional que juega en la Copa del Mundo de Rugby, el elemento más importante en cada partido es ganar, pero ¿qué pasa en el otro extremo? ¿En qué debería centrarse un jugador de ocho años? A esta edad, los niños tienen una capacidad de atención limitada y una capacidad limitada para procesar situaciones complejas. Este es el momento óptimo para desarrollar habilidades.

Esto indica que para esta edad, el enfoque de la competición y, por lo tanto, el entrenamiento y el apoyo de los padres debe estar en el desarrollo del jugador en vez de centrarse en los resultados competitivos (ganar el juego).

Mucha gente confunde el mensaje de no poner énfasis en el resultado con no desarrollar una "mentalidad ganadora".

El mensaje clave es que si desarrollamos mejores jugadores comprometidos, que jueguen y entrenen con intensidad, que puedan establecer sus propios objetivos y evaluar su propio rendimiento, entonces esto traerá aparejado la mentalidad ganadora.

Un ambiente que elogia el esfuerzo (desarrollo de compromiso y resolución de problemas) sobre la capacidad (cuando se refuerza una manera de hacer algo) y que alienta la evaluación ‘crítica’ (basada en evidencias) del rendimiento, con jugadores que asumen la responsabilidad de sus acciones, desarrollará jugadores que desearán ganar. Los niños son competitivos por naturaleza. Los entrenadores y los padres deben aprovechar este deseo de mejorar el rendimiento alentando, apoyando y elogiando la mejora individual. Haciendo esto apoyaremos el desarrollo de los jugadores a largo plazo.