Puntos de coaching

Ejercicios de preparación física en el campo de juego

No se necesita mucho equipamiento especializado para mejorar su condición física; esta sección presenta algunos ejercicios que se pueden realizar en el campo de juego con equipamiento limitado. Este tipo de sesiones es el punto de arranque para la mayoría de los jugadores que tengan poca experiencia de entrenamiento de fuerza y poca competencia funcional.

La sesión podría ser descripta como adaptación anatómica ya que fortalece gradualmente el cuerpo y enseña las técnicas adecuadas. Eventualmente, esto permite al jugador avanzar hacia un entrenamiento de fuerza más avanzado de un modo seguro y en la progresión adecuada. Si usted se dispusiera a cumplir un programa avanzado de fuerza y acondicionamiento físico sin haber completado previamente una evaluación funcional y sin haber realizado los ejercicios correctivos subsiguientes mediante la adaptación anatómica, esto podría tener un impacto negativo en su rendimiento e incrementar las posibilidades de una lesión. Es importante que ejercicios tales como aquellos mostrados a continuación sean supervisados por un preparador físico acreditado.

La sesión descripta aquí es sólo un ejemplo de lo que un equipo de adultos puede realizar en el campo de juego. Las repeticiones y tiempos deben ser determinados por los niveles actuales de técnica y experiencia. Es mejor completar esta sesión con un formato de circuito, yendo del ejercicio 1, al 2, al 3, al 4, etc., con un descanso una vez completado el circuito; y luego, continuar con más circuitos dependiendo de la experiencia y técnica de los jugadores.

1. Flexiones de brazos



A partir de una posición con los brazos estirados, totalmente trabados, bajar el cuerpo hasta que el pecho toque el suelo. Usando pecho, hombros y tríceps volver al punto inicial.

Mantener la espalda derecha y plana, descenso y ascenso controlados en todo el ejercicio. Hombros y caderas en línea para no levantar o bajar las nalgas.

2. Avión



El cuerpo apoyado en una pierna con una leve flexión. Inclinarse hacia adelante con la espalda derecha y estirar los brazos a los costados. La pierna de atrás estirada hacia atrás con un ángulo leve.

 

3. YTWL

Este es un ejercicio para los hombros que se usa para fortalecer y estabilizar los músculos de la parte superior de atrás y los hombros. Las letras Y, T, W y L describen la forma de las posiciones del cuerpo.



Y colocar los brazos arriba de la cabeza de 45 a 90 grados sobre el nivel de los hombros. Apuntar los pulgares hacia arriba para activar los músculos rotacionales de la zona del omóplato.

T colocar los brazos totalmente estirados en ángulo de 90 grados con el torso. Pulgares hacia arriba. Mantener los omóplatos abajo y hacia atrás en todo el ejercicio, tratando de mantener el ángulo de 90 grados.

W colocar brazos en ángulo de 45 grados con el torso, y antebrazos a 90 grados formando una W. Mantener la alineación entre muñeca, codo y hombro.

L colocar brazos tan pegados al costado del cuerpo como sea posible con el antebrazo lo más cerca de un ángulo de 90 grados. Mantener los codos presionados contra el torso. Tratar de mantener la alineación de los codos, muñecas y hombros.

4. Sentadilla con peso propio



Este ejercicio desarrolla la fuerza, estabilidad y flexibilidad de la parte inferior del cuerpo, mejorando al mismo tiempo la estabilidad central. Colocar los pies separados algo más que un ancho de hombros, con la punta de los pies apuntados hacia afuera de modo que el dedo del medio esté alineado con la rodilla. Antes de descender para la sentadilla, aspirar profundamente para llenar los pulmones de modo que la parte superior e inferior de la espalda permanezca firme. Descender con control, haciendo la sentadilla lo más bajo que sea posible con la espalda derecha. Asegurarse que el mentón esté fuera del pecho y los ojos miren derecho hacia adelante para mantener la espalda firme y recta. Poner foco en sentarse hacia atrás empujando las caderas y nalgas detrás del cuerpo y descargando el peso del cuerpo a través de los talones. En la fase ascendente, poner foco en mantener el pecho y la cabeza arriba y las caderas arriba y adelante. Empujar los talones hacia el suelo y exhalar mientras vuelve a la posición de arriba.

 

5. Puente



Este ejercicio mejora la estabilidad central y fortalece los músculos isquiotibiales y las nalgas. Acostarse de espaldas y levantar las caderas creando una línea recta desde las rodillas hasta los hombros. Asegurarse que los talones estén planos en el suelo y que la palma de la mano presione firmemente el suelo. Poner foco en tirar el ombligo hacia la columna vertebral y activar los músculos de las nalgas durante todo el ejercicio.

6. Estocadas



Dar un paso hacia adelante y doblar la rodilla de atrás. Mantener la espalda derecha y perpendicular al suelo. La rodilla de adelante no debe superar a los dedos del pie. Volver a la posición original y repetir el mismo movimiento empezando con la otra pierna.

 

7. Flexiones colgadas con ayuda



Este ejercicio se hace de a dos personas. La primera persona se acuesta en el suelo y la segunda persona se sienta a horcajadas de la primera. La persona sentada hace una sentadilla con la espalda derecha y dobla los brazos por el codo. La persona en el suelo agarra los brazos de su compañero como el barral de una pesa y, manteniendo el cuerpo derecho, se impulsa arriba del suelo, pivoteando con los talones.

8. Puente lateral



Este ejercicio fortalece los músculos del costado del torso y de la parte inferior de la espalda. Colocarse de costado apoyado sobre el codo y los pies. Bajar las caderas con control de modo que toquen suavemente el suelo y luego volver a la posición inicial levantando las caderas. Asegurarse que el cuerpo esté en línea recta y que no haya rotación interior o exterior. Mantener hombros, caderas, rodillas y tobillos alineados.

 

9. Equilibrio a un pie


Pararse en una sola pierna con las manos en las caderas. La rodilla de la pierna que está en aire debe estar doblada con un ángulo de 90 grados y levantada como en posición de correr con los dedos del pie arqueados hacia usted. Trate de permanecer en equilibrio el mismo tiempo para las dos piernas.

10. Elevación de pierna extendida



Este ejercicio se realiza mejor con la ayuda de un compañero. Un jugador adopta una posición de rodillas y el segundo se ubica directamente detrás. Arrodillarse sobre una superficie suave con el compañero sosteniéndolo firmemente de los tobillos. El jugador desciende lentamente con buena postura y hace contacto con el suelo absorbiendo la bajada con las palmas abiertas. Mantener los omóplatos abajo y atrás para mantener la espalda plana. Evitar dejar caer la cabeza manteniendo el mentón lejos del pecho. El jugador debe empujar hacia atrás y arriba de modo de no usar los isquiotibiales concéntricamente.

Limitación de responsabilidad

Cualquier persona que tenga intenciones de cumplir un programa de acondicionamiento físico, antes de comenzar debe procurar el consejo médico de un médico acreditado. La información y lineamientos relacionados con las destrezas del Rugby y el acondicionamiento físico asociado sólo deben ser utilizados siguiendo los consejos de preparadores físicos, coaches y árbitros adecuadamente calificados.

Entrenamiento de fuerza funcional para el Rugby

Es una progresión que parte de los ejercicios con pesas hasta la inclusión de equipamiento de entrenamiento funcional

El Rugby es un deporte de contacto de modo que los jugadores necesitan ser lo suficientemente fuertes para mantener el equilibrio y la estabilidad con el contacto. Los jugadores deben poder aplicar la fuerza tanto cuando hacen un tackle como cuando resisten un ataque (es decir cuando resultan tackleados). El otro beneficio clave obtenido mediante un programa funcional de fuerza y acondicionamiento es que usted será menos propenso a lesiones. Los músculos y articulaciones se fortalecen lo que es especialmente importante para el cuello, los hombros, caderas, rodillas y la parte central abdominal del cuerpo.

El entrenamiento con pesas es una excelente forma de entrenamiento de fuerza que proporciona a los jugadores de Rugby una exhaustiva gama de beneficios. Pero no todos los jugadores tendrán acceso a instalaciones de entrenamiento con pesas en el lugar de entrenamiento o en el gimnasio local o centro deportivo.

El entrenamiento con pesas debe ser supervisado por un preparador físico acreditado o instructor de preparación física experimentado por dos importantes razones: primero, salud y seguridad, y segundo, es necesario que las sesiones sean relevantes y específicas para el Rugby. Esto podría ser un inconveniente para algunos clubes de Rugby en los que no se cuente con ese personal.

El circuito ilustrado de ejercicios con pesas es un excelente punto de partida, pero es importante que se produzca un desafío progresivo. Esto puede ser proporcionado mediante el uso de aparatos de entrenamiento funcional. Los beneficios producidos no se limitan solamente a mejoras en la fuerza sino también la flexibilidad, estabilidad y equilibrio.

Una alternativa práctica y conveniente para el entrenamiento con pesas es la de usar neumáticos, pelotas medicinales, pelotas de esferodinamia y aparatos de entrenamiento de peso suspendido. Todas estas herramientas de entrenamiento facilitarán el desarrollo de la fuerza funcional en oposición al desarrollo de la fuerza general sin ningún fin específico. Al igual que con el entrenamiento con pesas, estas alternativas producen un efecto de preparación compuesta de todo el cuerpo. Pero es probable que resulte una opción más barata y versátil que puede usarse tanto en interiores como en un campo de juego al aire libre. La otra ventaja que ofrecen estas herramientas es que pueden ser almacenadas convenientemente y usadas en el mismo club de Rugby. También son muy adaptables y pueden usarse para desarrollar cualidades posicionales específicas tales como adquirir máxima velocidad, el tackle y el scrum.