Manejo del shock

Usando este enfoque sistemático los problemas identificados deben ser tratados en orden de identificación, es decir, un problema de vía aérea antes que un problema de respiración, antes que un problema de circulación. La excepción es en la hemorragia catastrófica como se describe en la introducción.

La clave para el manejo es la identificación de la hemorragia a partir del cambio en los parámetros fisiológicos o signos vitales del jugador. Si el sangrado es externo se debe aplicar presión directa con una venda limpia y, si fuera posible elevar la zona de sangrado. Si la hemorragia es más grave e incontrolable, se puede aplicar presión indirecta y considerar la utilización de un torniquete arterial y/o gasa hemostática. Debe considerarse el uso de ácido tranexámico (TXA).

Para tratar de identifica la hemorragia interna después del traumatismo, hay cinco áreas que deben ser examinadas el pecho, abdomen, retroperitoneo, pelvis y huesos largos.

El examen del tórax se incluye en el capítulo ‘Respiración y trauma de tórax’.