Fracturas

Las fracturas cerradas son aquellas en las que la corteza del hueso se ha roto pero la integridad de la piel no se ha interrumpido. Cuando esta integridad se ha desgarrado la fractura se denomina abierta (formalmente "compuesta"). Esto por lo general es causado por un fragmento de hueso o una laceración de la piel. Si una fractura y una herida existen en el mismo segmento de la extremidad, esto debe ser tratado como una fractura abierta.

Las fracturas son dolorosas debido a la deformidad ósea y el daño asociado a tejidos blandos y posiblemente a los nervios y vasos sanguíneos. Inmovilizar la fractura reduce la probabilidad de una lesión mayor y reduce el dolor mediante la limitación de movimientos innecesarios.

La reducción precoz de la fractura hasta cerca de su posición anatómica normal reduce el dolor y también el daño a vasos, nervios y tejidos blandos. La reducción debe hacerla cuanto antes un médico competente (tratar de evitar intentos prolongados o múltiples) después de proporcionar una analgesia adecuada. La tracción adecuada de la fractura debe ser seguida de inmovilización (Lee y Porter, 2005), (Payne, Kinmont y Moalypour, 2004). Es imperativo evaluar y documentar el estado neurovascular del miembro antes y después de la reducción. A menudo, es útil (si fuera posible) sacar una fotografía de la lesión antes y después de la reducción, sobre todo si posteriormente se cubre la zona para evitar la extracción innecesaria de vendajes, etc., para permitir que la zona sea inspeccionada por los que no estaban presentes inicialmente.

Hay cuestiones legales relacionadas con la toma de fotografías de lesiones, particularmente si el paciente no es capaz de dar su consentimiento. Los profesionales deben estar familiarizados con estas normas y asegurarse de actuar de manera apropiada.

Las complicaciones de las fracturas incluyen:

  • Hemorragia
  • Daño a los nervios y muscular (incluyendo síndrome compartimental en fracturas cerradas)
  • Infección (especialmente en fracturas abiertas)
  • Embolia grasa

Las heridas se deben limpiar a fondo con una solución salina normal (se debe suponer que el terreno de juego/superficie está contaminado). A los jugadores que sufran una fractura abierta se la deberá cubrir con una venda limpia empapada en una solución salina. Para reducir el riesgo de infección en una fractura abierta se debe considerar la posibilidad de un bolo de antibiótico intravenoso. Se debe determinar la situación de vacunación contra el tétanos y trasladado al personal del departamento de emergencias.