Prioridades clínicas

En el momento de la lesión, la energía transmitida al cerebro provoca la destrucción de tejido cerebral incluyendo la muerte axonal. Esto se conoce como la lesión cerebral primaria y no puede ser modificado por tratamiento médico.

El tratamiento médico está dirigido a impedir la lesión cerebral secundaria, que se relaciona con la falta de entrega al cerebro de sangre oxigenada y rica en glucosa y la eliminación de productos de desecho, por ejemplo, dióxido de carbono.

El manejo inicial del paciente con una lesión en la cabeza apunta a asegurar que el paciente tenga una vía aérea despejada, se oxigene adecuadamente y mantenga una presión sanguínea suficiente para la perfusión del cerebro.

También se reconoce que en aquellos pacientes que desarrollan una lesión de masa (acumulación de sangre en algún lugar dentro o alrededor del cerebro) la evacuación quirúrgica de esta masa es un paso crítico que se debe hacer lo antes posible. Los estudios sugieren que aquellos pacientes que desarrollan una lesión de masa y que se someten a una neurocirugía en las 4 horas siguientes al momento de la lesión obtienen mejores resultados en comparación con aquellos cuya cirugía se lleva a cabo después de las 4 horas.

La lesión en la cabeza es una emergencia médica y todos los esfuerzos se deben centrar en el retiro inmediato, inmovilización escrupulosa de la columna cervical (a menos que sea  contraindicado), la oxigenación y el mantenimiento de una adecuada presión arterial.