Comienzo activo

Esta es una etapa que no se incluye en el modelo LTAD original, pero la importancia de comenzar la actividad física a la edad más temprana posible llevó a su inclusión en versiones posteriores. Esta etapa consiste en el rango de edad 0-6 para hombres y mujeres. El objetivo principal de esta etapa es que el niño aprenda movimientos fundamentales y los utilice juntos en el juego (Canada Sport Institute, 2014).

Esta etapa es clave para el desarrollo motor del niño. Los patrones de movimiento rudimentario, como gatear y rodar, construyen y fortalecen las conexiones entre el cerebro y los músculos. Estos movimientos rudimentarios proporcionan la base para las habilidades de movimiento fundamentales y, eventualmente, las habilidades de movimiento atlético. Al alentar a los niños a participar en actividades físicas y jugar desde esta temprana edad, el entrenador está desarrollando la autoestima y sentando las bases para una vida físicamente activa para el niño. Desde el punto de vista del desarrollo físico, el desarrollo de las conexiones entre el cerebro y los músculos, las habilidades motoras gruesas, la coordinación, postura y equilibrio a través del juego y la actividad física constituyen un excelente comienzo para la vida deportiva de un niño. En esta etapa que trata principalmente del juego y el desarrollo de habilidades motoras gruesas el entrenamiento formal no es la mejor opción. Los entrenadores, o más probablemente los padres deben brindar oportunidades para que sus hijos estén físicamente activos y participen en actividades que desafíen sus habilidades de movimiento. Las habilidades y juegos de rugby podrían incluirse en esta actividad física para introducir al niño al deporte y sus movimientos pero la clave es permitir que el niño aprenda a través del juego.