Resumen

Todas las heridas sufridas en actividades deportivas son consideradas heridas sucias. Ellas requieren una limpieza a fondo, irrigación y exploración para evaluar y manejar el alcance total de los daños a los tejidos blandos antes de realizar el cierre. Una medida temporal, por ejemplo, pegar la herida, puede emplearse para permitir el retorno rápido al partido, pero esto debe retirarse después de la competición y limpiarse y tratar la herida adecuadamente.

Todas las heridas deben ser inspeccionadas dentro de las 48 horas para verificar si hay signos de infección y tratarlas adecuadamente. La eliminación de las suturas depende de la localización de la herida y a menudo ajustada a las actividades deportivas de los jugadores. Se debe tener cuidado de llevar a cabo controles periódicos para detectar signos de infección.