Vía aérea quirúrgica

Si todas las otras técnicas para obtener una vía aérea despejada fallan, entonces es probable que el paciente se deteriore rápidamente y sufra un paro cardíaco debido a la hipoxia. Por lo tanto, es necesaria una intervención rápida. En esta situación una vía aérea quirúrgica es potencialmente salvadora de vidas. Las dos técnicas quirúrgicas de vías aéreas que se enseñan en este curso son Cricotiroidotomía con aguja y Cricotiroidotomía quirúrgica.

Cricotiroidotomía con aguja

La cricotiroidotomía con aguja es una técnica para insertar una cánula a través de la membrana cricotiroidea en la tráquea. Esta membrana está situada en la parte anterior del cuello por debajo del cartílago tiroides, fácilmente palpable, y por encima del anillo cricoideo. Se debe unir una jeringa a la parte posterior de una cánula de calibre grueso. Esta cánula se inserta a través de la membrana cricotiroidea en un ángulo de 45 grados apuntando en dirección caudal. Una vez que la punta de la cánula se encuentra en la tráquea el aire puede ser aspirado libremente en la jeringa.

En este punto, la cánula debe ser desplazada hacia delante sobre la aguja y la aguja retirada. La cánula entonces es conectada a una fuente de oxígeno de alto flujo para proporcionar oxigenación intermitente. Existen varias técnicas para lograr esto, quizás la forma más eficaz de hacer esto es fijar una llave de 3 salidas entre la cánula y el tubo de oxígeno unido a uno de los otros puertos. Esto dejará un puerto abierto que debe ser usado para proporcionar oxigenación intermitente al paciente. Esto se logra mediante la oclusión del puerto sobrante durante 1 segundo y luego abrirlo durante 4 segundos. Esto se repite a continuación de manera cíclica de modo que el oxígeno se insufle al paciente durante 1 segundo de cada 5.

Cricotiroidotomía con aguja

Esta técnica no permite ventilar al paciente ya que no proporciona el intercambio de gases, solo permite la oxigenación del paciente. Por esta razón, esta técnica es sólo una forma de ganar tiempo y por lo general otorgará hasta aproximadamente 20-30 minutos antes de llevarse a cabo un procedimiento más definitivo. Esta ventana puede salvar la vida y el valor de este procedimiento no debe ser subestimado.

Hay numerosas complicaciones potenciales de este procedimiento pero el médico /fisioterapeuta podrá reducir y anticipar problemas si conoce la anatomía de la zona. Las complicaciones incluyen (pero no se limitan a ello) la mala posición de la cánula (con el subsiguiente enfisema, hemorragia o perforación del esófago), hipoventilación, barotrauma o trauma de tiroides.

Cricotiroidotomía quirúrgica

Esta técnica implica una incisión quirúrgica a través de la membrana cricotiroidea para permitir el paso de un dispositivo de vía respiratoria más definitivo. Esto puede ser idealmente un tubo con manguito tamaño 6,0 en jugadores varones y posiblemente un tubo con manguito de tamaño ligeramente inferior para las mujeres.

Dado que esto proporciona un orificio más grande que la cánula de la cricotiroidotomía con aguja, esto apoya la ventilación y no simplemente oxigenación. Sin embargo, dado que se requiere una incisión más grande hay un riesgo más grande de complicación.