Complicaciones

Ausencia de circulación La ausencia de circulación al miembro es rara vez una amenaza de vida. La necrosis muscular puede llegar a retrasarse hasta seis horas en ocurrir después de que se haya perdido la circulación. Sin embargo, cuanto antes se pueda restaurar la circulación menos daño se causará a los tejidos y debe ser restaurada lo antes posible. Esto se logra generalmente mediante reducción de una fractura y/o luxación lo que restaura la anatomía normal y alivia las distorsiones de los vasos sanguíneos.

Síndrome compartimental agudo (ACS): ACS es una condición en la que aumenta la presión dentro de un espacio limitado comprometiendo la circulación y la función de los tejidos dentro de ese espacio (McCaffrey, 2009). ACS tiene una morbilidad significativa si no se diagnostica y maneja tempranamente. El aumento de presión dentro del compartimiento puede durar hasta un umbral crítico, después del cual la microcirculación es incapaz de satisfacer las demandas metabólicas del tejido, resultando en necrosis isquémica.

ACS debe ser reconocido y tratado a tiempo vía fasciotomía para prevenir complicaciones tales como:

  • Déficit neurológico
  • Contractura isquémica
  • Infección
  • Síndrome de aplastamiento
  • Amputación
  • Muerte

Hacer el diagnóstico clínico de ACS puede ser difícil en el ámbito pre hospitalario. Los signos y síntomas de ACS incluyen:

  • Dolor intenso desproporcionado a la lesión
  • Dolor al movimiento pasivo
  • Hinchazón intensa

Los signos tardíos incluyen:

  • Parestesia
  • Paresia
  • Sin pulso

Según Elliot y Johnstone (2003), los resultados más confiables al hacer el diagnóstico inicial de ACS incluyen, dolor intenso desproporcionado en relación con la situación clínica, dolor activado por el estiramiento pasivo de los músculos dentro del compartimiento afectado, alteración sensorial y déficit motor.

El diagnóstico precoz de ACS puede ser difícil, por lo tanto, se debe ejercer un alto índice de sospecha.

El tratamiento incluye la reanimación adecuada, analgesia, eliminación de dispositivos de constricción y derivación al Departamento de emergencias con carácter de urgencia. La derivación temprana es necesaria para la evaluación, observación, control de la presión y la fasciotomía cuando esté indicado.

A menudo existe todavía una pulso distal presente (aunque débil) hasta bastante tarde en el ACS. La debilidad y parálisis de los miembros también son signos tardíos. Un alto índice de sospecha se basa en la lesión, el dolor más allá de lo esperado para esa lesión y el aumento del dolor en el estiramiento pasivo.

Lesión neurológica: cualquier nervio que se encuentre anatómicamente cerca de una zona lesionada puede resultar dañado por una fractura, por ejemplo, una fractura del cuello del peroné puede dañar los nervios peroneos en forma simple, profunda o superficial. Si se daña el nervio peroneo profundo, puede producirse debilidad en la dorsiflexión del tobillo y de los dedos y una disminución de la sensibilidad en el primer y segundo espacios interdigitales. Los daños en el nervio peroneo superficial provocan debilidad en la eversión del tobillo y alteraciones de la sensibilidad a lo largo del dorso lateral del pie. Es importante evaluar el estado neurológico (motor y sensorial) de la extremidad, especialmente antes y después de la reducción de una fractura o luxación.

El riesgo de lesión neurológica es mayor cerca de una articulación luxada.