Demandas del juego

Las demandas de juego del rugby juvenil son difíciles de especificar debido a la amplia gama de edades (13-18 años). Existen diferentes demandas físicas muy probables entre los jugadores de 17 a 18 años y los de 13 a 14 años, pero ambos rangos se clasifican como juveniles. Otro problema adicional es que la investigación sobre demandas del juego para este grupo poblacional no es tan abundante como en el grupo de adultos. Los estudios que se realizan son a menudo de jugadores juveniles de nivel de elite que pueden no reflejar cabalmente las demandas del juego de base comunitario. Sin embargo, aún con estos desafíos, la información disponible permite a los entrenadores recibir algún tipo de orientación sobre las demandas físicas que enfrentan sus jugadores. El rugby es un juego de actividades múltiples con muchas acciones físicas diferentes de variada intensidad que se realizan durante todo el partido. La posición en la que se juega, el nivel de la competición y el formato del juego practicado afectarán las demandas físicas. El GPS (Posicionamiento Satelital Global) es una herramienta utilizada para evaluar las demandas físicas y los patrones de movimiento en los deportes de equipo. El uso del GPS se discute con más detalle en el módulo de aprendizaje online para adultos, pero se han realizado algunos estudios con GPS en el rugby juvenil. Un estudio realizado por Venter y otros, (2011) examinó a diecisiete jugadores sudafricanos M19 de rugby de elite en un período de 5 partidos para intentar identificar las demandas físicas y las características de movimiento de los partidos. Los resultados del estudio se resumen en la tabla que sigue.

Forwards primeras líneasForwards terceras líneasBacks interioresBacks exteriores
% de tiempo parado21232020
% de tiempo caminando42465360
% de tiempo trotando26232015
% de tiempo paso largo9663
% de tiempo sprints0.420.420.261.15
% de tiempo sprint máximo0.060.050.060.06
Promedio de metros cubiertos por partido4672430243074597

Los resultados de este estudio muestran que la mayoría del tiempo en la cancha en todas las posiciones se dedica a movimientos de baja intensidad como estar parado, caminar y trotar. Esto puede parecer extraño dado que el rugby es considerado un juego de muy alta intensidad pero esto es común debido a la naturaleza de inicio-parada del juego. Estos patrones de movimiento tampoco consideran las actividades muy intensas de tacklear, participar en el scrum, en mauls y rucks, por lo que si bien el jugador no se está moviendo muy rápidamente en un monitor GPS puede estar haciendo un trabajo muy intenso en el campo. Este estudio también destacó que los forwards de la tercera línea están involucradas en la mayoría de las colisiones y los backs externos son los que tuvieron menos colisiones. Las colisiones de fuerzas superiores a 10G fueron más altas en los backs interiores y más bajas en los forwards de la primera línea. Esto puede parecer inesperado, pero los backs interiores a menudo entrarán en choques a velocidades mucho más altas de lo que lo hacen los forwards de la primera línea y esto aumentará enormemente la fuerza del impacto. La investigación de Van Der Berg (2013) analizó a los jugadores M18 del seven provincial sudafricano. Observaron a 160 jugadores en un torneo provincial y usaron el GPS para seguir sus movimientos durante el partido. Descubrieron que, en promedio, los jugadores pasaban 662 segundos caminando o parados, en comparación con los 60 segundos corriendo o haciendo sprints. De nuevo, esto puede parecer inesperado dada la percepción que se tiene del seven como un desafío extremadamente físico, pero, como en el estudio anterior, no se consideran las otras habilidades físicas intensas del seven de rugby. En esta investigación se encontró una relación Trabajo:Descanso de 1:17,6 que parece alta pero solo se basa en el movimiento del jugador y no cuenta otras habilidades físicas del rugby.